El estrés biótico como la sequía, la alta salinidad del suelo, el calor y el frío son algunas de las condiciones ambientales adversas comunes que afectan y limitan la productividad de los cultivos.
Los bioestimulantes son productos que reducen la necesidad de fertilizantes y aumentan el crecimiento de las plantas, la resistencia al agua y al estrés abiótico. En pequeñas concentraciones, estas sustancias son eficientes, favoreciendo el buen desempeño de los procesos vitales de la planta y permitiendo altos rendimientos y productos de buena calidad.
Actualmente se utilizan diversas materias primas en composiciones bioestimulantes, tales como ácidos húmicos, hormonas, extractos de algas y bacterias promotoras del crecimiento de las plantas.
El estrés biótico como la sequía, la alta salinidad del suelo, el calor y el frío son las condiciones ambientales adversas comunes que afectan y limitan la productividad de los cultivos en todo el mundo. Los tratamientos bioestimulantes de cultivos agrícolas tienen el potencial de mejorar la resiliencia de las plantas a perturbaciones ambientales como estas.
Así, gracias a las diversas sustancias y microorganismos de los que los bioestimulantes están compuestos, se consigue una mejora del crecimiento de las plantas y la resistencia al estrés abiótico, así como aumentan el rendimiento y la calidad de las semillas.
Sin duda, los bioestimulantes agrícolas contribuyen a hacer que la agricultura sea más sostenible y resiliente, y así lo demuestran distintos estudios sobre la materia (Feitosa, A. y Garófalo L, 2019).